18 ago 2011

HONRA EN VIDA A TUS PADRES, NO ESPERES HASTA QUE MUERAN.

En cierta ...ocasión se encontraban dos amigos platicando, uno le comentaba al otro: -“Todos los días mis padres me hablan por teléfono, pero siempre me llaman cuando estoy más ocupado, siempre me piden que vaya a visitarlos, que quieren verme y charlar un rato conmigo; yo creo que piensan que NO tengo nada que hacer... ¡ya ves como son los viejos...! cuando puedo visitarlos siempre me cuentan las mismas cosas... una y otra vez; me tratan como si todavía fuera un niño.

-Yo siempre ando con el tiempo justo y eso ellos NO lo comprenden, tengo que solucionar tantos problemas... en la oficina, en la casa, mi mujer, los niños, los compromisos... en fin, tú sabes... la verdad NO tengo mucho tiempo para compartir con ellos”.

Muy pensativo, su amigo le contestó: -“Pues la verdad, yo si platico mucho con mis viejos. Cada vez que estoy triste voy con ellos. Si algo me sale bien, busco la forma de darme tiempo para platicárselos y compartir con ellos mi alegría. Cuando me siento sólo... cuando tengo problemas y necesito fortaleza... acudo a ellos y me siento mejor...

”.-¡Caray! –dijo el otro muy apenado- tú sí que eres un buen hijo...”.-“No hombre, qué más quisiera... –respondió el amigo apesadumbrado- Visito a mis padres en el cementerio, pues ellos murieron en un accidente hace ya varios años; y allí, en su tumba, les comparto mis penas y alegrías, aunque sé que ellos ya no me pueden ver, ni me pueden oír.

-Cuando ellos vivían, al igual que tú, nunca iba a platicar con ellos. Sin embargo, ahora me hace tanta falta su presencia, los busco... pero ellos ya partieron y no están aquí. ¿Sabes? no cometas mi mismo error y ve al encuentro de tus padres, date tiempo para ellos, escúchalos, trata de entenderlos, es hoy cuando puedes platicar con ellos, es hoy cuando los tienes... no esperes a que estén ya bajo tierra, en el panteón para hacerlo, así como tengo que hacerlo yo...

Los amigos se despidieron, y el joven arrancó su carro y en el camino iba meditando acerca de las palabras de su amigo; de pronto sintió una gran inquietud en su ser y detuvo el carro a un lado del camino, buscó la Biblia que solía andar en su auto como “adorno” o amuleto de protección y la abrió creyendo que con eso podía confortar un poco su alma, y para su sorpresa, increíblemente la abrió en la página donde está el texto de Exodo 20:12 que dice: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que YHWH tu Dios te da.

Demás esta decirle que aquel hombre comprendió que era Dios el que le estaba hablando y estaba tratando con él, hizo una oración, le pidió perdón a Dios por la forma que hasta ese momento se había comportado con sus padres y se dirigió a casa de sus padres, los abrazó, los besó y les pidió perdón.

¡LA PAZ DE CRISTO!

By Juan F. Roa

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